... ... RESPALDANDO A DANIEL FILMUS: “Macri privilegia su ambición” ... ...

martes, 3 de mayo de 2011

“Macri privilegia su ambición”

Entrevista realizada por Claudio Mardones, publicada el sábado 30 de abril en Tiempo Argentino
Al senador nacional Daniel Filmus le faltan 15 días para saber si será el candidato a jefe de gobierno del kirchnerismo, pero cree que los anuncios podrían ocurrir antes del fin de semana que viene. Si la presidenta Cristina Fernández lo nombra, será el encargado de competir para evitar que Mauricio Macri logre su reelección al frente del tercer presupuesto más grande del país y del distrito electoral más codiciado, después de la provincia de Buenos Aires. En 2007 ya enfrentó al heredero de Franco y fue derrotado en segunda vuelta. Han pasado cuatro años desde entonces y, según sus palabras, ha vuelto a ponerse el traje de candidato para enfrentarlo a Macri. “Su gran error es privilegiar su ambición por la presidencia y no resolver los problemas de la Ciudad para echarle la culpa a la Casa Rosada”, dice el único ministro de Educación que tuvo Néstor Kirchner durante todo su mandato. Según sus datos, el desembarco porteño del cineasta Fernando “Pino” Solanas no lo perjudica porque sólo le quita votos al macrismo.
–¿Esa candidatura podría determinar que usted sea el candidato definitivo del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires?
–Me parece que no hay cruces entre el kichnerismo y Solanas, gracias a las posiciones que tuvo Pino con respecto al gobierno nacional. Desde que es diputado tuvo posiciones muy cercanas al Grupo A y en casi todas las cuestiones de política nacional votó mas cerca del PRO que del kirchnerismo. Tanto, que llegó a decir que este gobierno es el peor de la historia. Por eso creo que en una elección local como esta, Pino compite por un voto distinto que el macrismo no quiere perder, especialmente porque el cineasta eligió criticar mucho más al gobierno que a Macri. La prueba más contundente es que nunca se ha dedicado a la Ciudad y tampoco ha sido un crítico del macrismo. Creo que Solanas no está catalogado como un tipo de la Ciudad, ni como un crítico del gobierno del PRO.
–Pero si usted fuera el candidato del kirchnerismo y tuviera que integrar a los votantes de Pino detrás de su candidatura, ¿cómo haría para evitar que cayeran en manos del macrismo?
–El tema central de ese dilema es que Pino está muy atado con una oposición cerrada al gobierno nacional y no sabemos cómo puede impactar en el electorado progresista de la Ciudad. Entre la primera y segunda vuelta vamos a mantener un diálogo muy amplio para plantear la apertura de proyectos que permitan construir una gestión eficiente. La Ciudad no sólo tiene que trabajar con los que más necesita, sino también tener una gestión eficiente. Cristina tiene una intención de voto muy alta en la capital y eso hace muy difícil que esos electores puedan ver con simpatía a Pino en la primera vuelta.

–En medio de la interna con el ministro de Trabajo Carlos Tomada y el titular de la cartera de hacienda, Amado Bodou, usted apareció en un afiche junto a la presidenta. ¿Esa imagen significa que ya cuenta con el aval de la presidenta para ser el candidato del oficialismo?
–Sólo se trata de un afiche del Movimiento Evita, pero también es cierto que la presidenta ya apareció con todos los precandidatos del oficialismo.
–Macri ya habló de poner en stand by su candidatura presidencial aunque todavía no dijo cuál será su postulación definitiva. ¿Cómo impacta esta falta de definiciones?
–Creo que el macrismo mira, como miramos nosotros, que la intención de voto no les alcanza para ganar y que no se pueden garantizar un triunfo con Rodríguez Larreta, con Macri ni con Michetti. Están cayendo en la cuenta de que es posible una derrota de Macri en la Ciudad y ese factor ha crecido desde que la mayoría de los candidatos de la oposición a nivel nacional decidieron bajarse. Eso ocurre porque se están dando cuenta que la presidenta tiene un apoyo creciente.
–En la medida que se nacionaliza la elección de la Ciudad, ¿cuáles considera que serán los principales ejes de campaña de la próxima contienda electoral?
–Será una evaluación del gobierno de Macri, quien, aunque no quiera, tendrá que explicar por qué no hizo todo lo que prometió en la campaña anterior y por qué lo hará ahora. Todo lo que no cumplió dejará una duda sobre su eficiencia. Por ejemplo, en el sur no hizo absolutamente nada. La gente se da cuenta de esto y también puede comparar qué hace el gobierno nacional, mientras Macri no hace mucho, y sólo construye su candidatura presidencial.
–Sin embargo, esa búsqueda de Macri por la presidencia no lo exime a hablar de la gestión porteña. Usted, ¿qué haría con la Policía Metropolitana si fuera jefe de gobierno?
–Considero que hay que refundar la Metropolitana y luego repotenciarla con la transferencia de 9000 efectivos de la Policía Federal. La oposición siempre dice que el oficialismo no quiere traspasar la policía, pero lo cierto es que esa negativa fue una decisión del Parlamento, donde tiene mayoría la oposición. La realidad es que no se ha votado la transferencia de la Federal a la Ciudad porque el traspaso tiene que ser con los recursos.
–¿Esta refundación significa el traspaso de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana a la órbita del gobierno porteño?
–Sí. Debe ser en forma gradual para que la transferencia implique una transformación. La Ciudad no tiene más seguridad por tener una policía propia, y por eso creo que se trata de un gran tema de fondo donde estamos hablando de reformar la Metropolitana con el traspaso de 9000 policías federales. Eso exige un trabajo profundo, que coincide con lo que está haciendo el Ministerio de Seguridad desde que fue creado. Creemos que también hay que crear comisionados civiles generados por los foros de seguridad, la misma instancia que Macri vetó a fines del año pasado, cuando anuló por decreto una ley que votó su propio bloque para que los vecinos controlen a la Policía Metropolitana.
–¿En qué consisten esos comisionados?
–Es un cargo rentado, por comuna y elegido por los vecinos para que controle en forma participativa a la Policía Federal, que tiene que estar encargada de la prevención.
–El debate sobre seguridad encierra una gran polémica entre la Nación y la Ciudad. Usted habla de transferir una parte de la Federal, pero la incógnita es saber quién pagará esa transferencia.
–Que quede claro que será paulatina y gradual, pero la Constitución es muy clara con respecto a estos temas. Después de 1991, cuando Domingo Cavallo transfirió a las provincias todas las escuelas y los hospitales sin un solo peso, la Constitución de 1994 estableció que si hay transferencias de servicios tienen que ser con los recursos. Estamos hablando de 2000 millones de pesos, una cifra que implica el 10% de la Ciudad. En ese dinero está la explicación de la negativa de las provincias del interior a aprobar la transferencia con recursos. Se preguntan por qué los fondos tienen que ir a la Ciudad y no al resto del país.
–¿Pero existe alguna forma de salir de esa encrucijada?
–Creo que sí, porque con lo que paga la Nación en subsidios al transporte y a las fuerzas de seguridad federales que están en la Ciudad, la clave está en dejar de pelear con el gobierno nacional como hace Macri y, en vez de eso, creemos que hay que sentarse con la Nación para encontrar políticas comunes.
–Pero Macri capitalizó electoralmente esa disputa con la Nación…
–Es cierto, pero creo que gracias a esa actitud de Macri nos van a votar a nosotros. Lo digo porque mostró, igual que Pino, que la oposición al gobierno nacional es el eje de su política y eso hace muy difícil que se sienten a trabajar con el gobierno. Nuestra ventaja comparativa no crecería si las otras fuerzas no tuvieran ese nivel de confrontación con el gobierno. Es tan grande el esfuerzo de Macri para pelearse con el gobierno nacional, que es muy difícil pensar que va a concertar políticas comunes con la provincia y la Nación.
–Mauricio Macri está a pocos días de inaugurar el primer bus articulado de la Ciudad. ¿Está de acuerdo con el Metrobus?
–Creo que es una buena medida que no veía hace tiempo, pero no está en el lugar adecuado. Sólo remplaza a dos colectivos que funcionan bien y le quita dos carriles por mano a Juan B. Justo.
–¿Rescata alguna otra medida del PRO?
–También creo que está bien que sigan con las obras del Maldonado que empezó Ibarra y siguió Telerman. No tengo duda que van a ayudar a reducir las inundaciones y ojalá sigan con el entubamiento del Arroyo Vega y los demás que faltan. Hay muchas discusiones que parten con el Metrobus, pero en principio lo positivo es que por primera vez en mucho tiempo se innova en el transporte. El problema del tránsito es que entran 1,25 millones de autos por día. La Legislatura le aprobó a Macri la construcción de playas de estacionamiento en toda la Ciudad, pero de las once sólo licitó dos. Es el ejemplo de la ineficiencia que, ante todo, beneficia al transporte privado.
–¿También está de acuerdo con las bicisendas?
–Para mí fue correcto ponerlas en marcha. No está mal hacerlo, pero lo importante es el costo y la forma en la que se instalan. En la calle Congreso sólo duró dos días porque la tuvieron que levantar con las quejas de los vecinos.
–Entre las discusiones sobre la autonomía porteña, el Puerto de Buenos Aires, es otra gran parte de una vieja historia de peleas entre la Nación y la Ciudad. ¿Planea impulsar algún cambio?
–Queremos quitar una parte del puerto de cargas para liberar los terrenos que están al lado de Retiro. Lo que no es para que se abastezca o se produzca en la Ciudad no tiene que salir por el puerto de la Ciudad, sino por La Plata, Ensenada o Quilmes. Esto permitiría despejar zonas de la costa y que la ciudad vuelva a verle la cara al río. Un ejemplo es Puerto Madero que, al final, es un obstáculo para el río y casi aísla a la Ciudad dentro de la Ciudad. Si vas por la Autopista Illia, vas a ver de un lado a la Villa 31 y del otro un montón de containers que ocupan terrenos que pueden ser muy útiles para viviendas dignas y espacios verdes. Recuperar una parte del puerto es una posibilidad enorme para sectores medios. Esta ciudad en 1947 con Perón tenía 3 millones de habitantes y ahora tiene 2,8 millones de habitantes. Pasó el peronismo y pasó la industrialización, pero ahora, la Ciudad de Buenos Aires tiene menos habitantes. ¿Qué le pasó a esta ciudad? La respuesta está en todo lo que Macri dejó de hacer para alimentar una candidatura eterna.

Vivienda, ese divino tesoro

–¿Qué cambió con la crisis del Parque Indoamericano?
–Salieron a la superficie temas que la Ciudad no miraba y que la zona sur vive cotidianamente. Las cámaras de televisión hicieron evidente lo que pasa en las pensiones de las villas de la Ciudad. Tiene que quedar en claro que si resolvemos el problema de las villas, no sólo vamos a beneficiar a las 160 mil personas, sino a todos los vecinos de la Ciudad. Buenos Aires ahora invierte más en el norte que en el sur y reproduce un circuito de exclusión y de pobreza que estalló en ese parque.
–¿Cuál es la principal demanda del electorado porteño?
–Una demanda fuerte es la urbanización de las villas en la zona sur, y el costo de la vivienda en la zona norte por los problemas para conseguir un crédito. La cuestión está en que hay que construir esas viviendas desde el Estado, pero en otros lugares, hay que generar soluciones que no tienen que ver con la vivienda, sino con el alquiler, como el proyecto que presentó el legislador Juan Cabandié para subir los impuestos a los que mantienen departamentos vacíos por varios meses para aumentar el valor de las propiedades.

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